Qué significa la Renovación para K+
Kotobuki instaló las primeras gradas telescópicas en Japón, a principios de los años 50 del siglo pasado. Se trataba de elementos en movimiento que incorporaban butacas que, a través de mecanismos de abatimiento, se plegaban y se desplegaban sobre las plataformas.
Al tratarse de instalaciones en constante movimiento, era necesario realizar un buen mantenimiento para garantizar su correcto funcionamiento, la seguridad, y como la mejor fórmula para alargar la vida útil de la instalación.
Esta necesidad se transformó en filosofía, y como tal, la fomentó entre sus clientes, poniendo a su disposición departamentos y personal específico para realizar estos trabajos.
Si bien es cierto que el mantenimiento es la mejor de las opciones para alargar la vida útil de las instalaciones, también lo es, que llega un momento que resulta insuficiente.
Es ese el momento en el que el cliente se plantea el intercambiar los productos, por otros nuevos.
Del mantenimiento se pasó a la posibilidad de renovar y restaurar las instalaciones, ya que desde Kotobuki se consideró que había muchos productos que podían tener una segunda vida, si eran restaurados. Ello nos llevó a iniciar un camino que seguimos recorriendo hoy en día, y que nos llevado a ser una de las empresas que más renovaciones y restauraciones de butacas y sistemas ha realizado a lo largo de la historia, y que se plasma en la gran cantidad de referencias que tanto Kotobuki como el resto de las empresas del grupo, tienen en su currículum.
Un camino que al igual que se hizo con el mantenimiento, se acompañó de departamentos y personal específico, encargado de diseñar y planificar cada uno de los pasos necesarios para llevar a cabo la renovación y restauración de una instalación.
Una segunda y porque no, tercera vida, como la mejor fórmula para reaprovechar materiales y recursos y ser más respetuosos con el medio ambiente.