Nosotros
El espacio público ideal para KOTOBUKI es aquel en el que todos puedan disfrutar, seguro y que pervive durante generaciones. “Crear espacios confortables que todos puedan disfrutar” ha sido la filosofía que ha guiado la actividad de KOTOBUKI desde sus inicios. Para ello, la seguridad y la calidad son esenciales. Como creador de espacios públicos, la misión de KOTOBUKI es satisfacer los requisitos relacionados con la resistencia, durabilidad, confort y seguridad de los asientos; siempre con los mejores acabados.
Los asientos de alta calidad son indispensables en espacios públicos como auditorios y teatros, donde personas de diferentes orígenes comparten una misma actividad cultural; en arenas y estadios, en los que comparten la misma pasión; y en instalaciones educativas, en las que la ergonomía es fundamental para formación de las próximas generaciones.
La necesidad de disponer de asientos duraderos y seguros es universal. Atendiendo la necesidad de las personas de sentirse seguras, KOTOBUKI crea asientos confortables con el convencimiento que “la paz mental es la base del bienestar”. Tanto el espacio como el equipamiento están directamente relacionados con la calidad, y la comodidad que el espectador experimenta cuando presencia un evento cultural o social. La nuestra es una forma evolucionada de excelencia.
Cuando en 1914 nace KOTOBUKI, el comercio internacional y las importaciones de producto europeo, eran las que permitían satisfacer las necesidades, que, en este ámbito, tenia el pueblo japonés. Con el desarrollo y la fabricación de asientos para la Universidad de Tokio y el Hotel Imperial, con el más alto nivel de acabados, confort, diseño y durabilidad, nace la filosofía de KOTOBUKI, que ha permitido que una empresa creada en Japón crezca con orden y serenidad, hasta convertirse en el grupo más importante del mundo, dedicado a al diseño y la fabricación de asientos para espacios públicos. Actualmente, la cuarta generación de la familia FUKASAWA continúa trabajando en la empresa con el compromiso de mejora continua de sus soluciones técnicas y productivas.
A principios de los años 50, KOTOBUKI fue pionero en el diseño y fabricación de gradas telescópicas y asientos adaptados a las mismas, en respuesta a la necesidad de rentabilizar el uso del espacio y como consecuencia del elevado coste de los terrenos en Japón. Una solución que permitía diferentes usos en un mismo espacio.
La grada telescópica introducida por KOTOBUKI en Europa a principios de los 80, aunque como solución no se popularizó hasta 15 años después. Actualmente, los sistemas para salas multiusos han evolucionado hacia un espectro más amplio de soluciones, y no tan sólo en el ámbito cultural, sino también en la aplicación de estos sistemas, en otros ámbitos, como el de la educación, los centros de congresos y las instalaciones deportivas. Soluciones totalmente automatizadas que incorporan la mejor de las tecnologías aplicables su funcionamiento, con el objetivo de conseguir productos seguros y duraderos, que además sean fácilmente manejables.